Siglo XIX. Servidumbre. Sirvientas

SIRVIENTAS

Existían varios tipos de sirvientas, todas ellas bajo la supervisión del ama de llaves. Algunas de ellas eran: sirvientas de sala, camareras, lavanderas… y las “sirvientas para todo” que podían ayudar en cualquier tarea de la casa.

Cada una de ellas tenía sus responsabilidades como: encender las luces y mantenerlas encendidas, llevar agua caliente para bañarse o asearse y retirar el agua sucia de después, vaciar y limpiar los orinales, limpiar todas las habitaciones públicas de la casa, hacer las camas, barrer, limpiar el polvo y limpiar los dormitorios, hacer la colada …

El día de las sirvientas era intensivo, se levantaban a las 6 de la mañana y podían acostarse a partir de las 10:30 de la noche.

En las casa más pequeñas, o de menor presupuesto, había apenas un par de personas que se encargaban de hacerlo todo. Habitualmente se trataba de una muchacha muy joven, que comenzaba el día a las 6:00 o 6:30 de la mañana y terminaba cerca de las 23:00.

Normalmente las sirvientas estaban expuestas a las proposiciones deshonestas de los señoritos de la casa, y acababan por ceder si no querían perder el empleo. Claro que cuando se quedaban embarazadas igualmente las despedían, y el caballero a otra cosa.